FILOSOFIA DEL ARTE
El contacto entre arte y pedagogía es innegable, la educación requiere del arte como uno de los elementos formativos de la personalidad; el arte a su vez necesita de la educación para pulirse y para buscar nuevas expresiones.
La filosofía se ocupa del hombre, de sus pensamientos y problemas en relación con la vida, es una reflexión sobre el quehacer humano; la filosofía del arte contempla lo que el hombre realiza en el terreno del arte, y con un criterio científico auxiliada por todas las demás ciencias, estudia al artista y su obra, los valores entendidos en la misma, investiga su esencia, su origen, sus fundamentos, su métodos, su finalidad y su función en la vida humana. La filosofía del arte se convierte en una axiología del arte.
Técnica es el camino o procedimiento que se sigue para realizar un propósito. En el caso del arte el fin propuesto es la expresión del sentimiento, lo que implica disponer del nutrido conjunto de elementos materiales que posee el artista y elegir el que vaya de acuerdo con su expresión. Es decir, la técnica comprende la elección del material y la realización de la forma, es fruto de un prolongado ejercicio, el domino de la técnica da al artista el conocimiento pleno de los materiales y la manera de aplicarlos. La técnica varía en cada una de las bellas artes, así como el modo correcto de aplicarlos, la perspectiva, la proporción, la textura del material que va a usar como fondo de su obra; el escultor y el arquitecto deberán poseer sentido del equilibrio y de la armonía, así como de la dureza del material que van a usar. El compositor debe saber manejar los sonidos, manejar el ritmo y la armonía; el poeta debe conocer profundamente su lengua y todas las reglas relativas, para poder convertir en poético el lenguaje prosaico.
La estética, ciencia para la cual el problema del arte es lo fundamental engloba, y ordena los datos proporcionados por las ciencias del arte y con base en ellos enseñará a justipreciar al artista y sus creaciones.
La estética es la rama de la filosofía que se ocupa de analizar los conceptos y resolver los problemas que se plantean cuando contemplamos objetos estéticos. Objetos estéticos, a su vez, son todos los objetos de la experiencia estética; de ahí que, sólo tras haber caracterizado suficientemente la experiencia estética, nos hallamos en condiciones de delimitar las clases de objetos estéticos. Aunque hay quienes niegan la existencia de cualquier tipo de experiencia específicamente estética, no niegan, sin embargo, la posibilidad de formar juicios estéticos o de dar razones que avalen dichos juicios; la expresión «objetos estéticos» incluiría, pues, aquellos objetos en torno a los cuales se emiten tales juicios y se dan tales razones.
La estética se formula en las cuestiones típicamente filosóficas de ¿Qué quiere usted decir y ¿Cómo conoce usted?, dentro del campo estético, al igual que la filosofía de la ciencia se plantea esas mismas cuestiones en el campo científico. Así pues, los conceptos de valor estético o de experiencia estética, lo mismo que toda la serie de conceptos específicos de la filosofía del arte, son examinados en la disciplina conocida con el nombre de estética; y preguntas tales como ¿Qué es lo que hace bellas a las cosas , o ¿Existen patrones estéticos? O ¿Qué relación hay entre las obras de arte y la naturaleza? -y cualesquiera otras cuestiones específicas de la filosofía del arte, son cuestiones estéticas.
La filosofía del arte abarca un campo más limitado que la estética, porque sólo se ocupa de los conceptos y problemas que surgen en relación con las obras de arte, excluyendo, por ejemplo, la experiencia estética de la naturaleza. Sin embargo, la mayor parte de las cuestiones estéticas que suscitaron interés y perplejidad en todas las épocas, se relacionaron específicamente con el arte: ¿Qué es la expresión artística? ¿Existe verdad en las obras de arte? ¿Qué es un símbolo artístico? ¿Qué quieren decir las obras de arte? ¿Hay una definición general del arte? ¿Qué es lo que hace buena una obra de arte?
Aunque todas estas cuestiones son propias de la estética, tienen su sitio en el arte, y no se plantean en relación con objetos estéticos distintos de las obras de arte.
La filosofía del arte debería distinguirse cuidadosamente de la crítica del arte, que se ocupa del análisis y valoración crítica de las mismas obras artísticas, como algo contrapuesto al esclarecimiento de los conceptos implicados en esos juicios críticos, que es misión de la estética. La crítica artística tiene por objeto específico las obras de arte o las clases de obras de arte (por ejemplo, las pertenecientes al mismo estilo o género), y su finalidad consiste en fomentar el aprecio de ellas y facilitar una mejor comprensión de las mismas. La tarea del crítico presupone la existencia de la estética; porque, en la discusión o valoración de las obras artísticas, el crítico utiliza los conceptos analizados y clarificados por el filósofo del arte. El crítico, por ejemplo, dice que determinada obra de arte es expresiva o bella; el filósofo del arte analiza lo que uno intenta decir cuando afirma que tal obra de arte posee esas características e igualmente, si tales afirmaciones son defendibles y de qué forma. Al hablar y escribir sobre arte, el crítico presupone la clarificación de los términos que utiliza, tal como es propuesta por el filósofo del arte; en consecuencia, lo que escribe un crítico no consciente de esto, se halla expuesto a pecar de falta de claridad. Si un crítico califica de expresiva una obra de arte sin tener ideas claras de lo que eso significa, el resultado será una gran confusión conceptual.
La filosofía se ocupa del hombre, de sus pensamientos y problemas en relación con la vida, es una reflexión sobre el quehacer humano; la filosofía del arte contempla lo que el hombre realiza en el terreno del arte, y con un criterio científico auxiliada por todas las demás ciencias, estudia al artista y su obra, los valores entendidos en la misma, investiga su esencia, su origen, sus fundamentos, su métodos, su finalidad y su función en la vida humana. La filosofía del arte se convierte en una axiología del arte.
Técnica es el camino o procedimiento que se sigue para realizar un propósito. En el caso del arte el fin propuesto es la expresión del sentimiento, lo que implica disponer del nutrido conjunto de elementos materiales que posee el artista y elegir el que vaya de acuerdo con su expresión. Es decir, la técnica comprende la elección del material y la realización de la forma, es fruto de un prolongado ejercicio, el domino de la técnica da al artista el conocimiento pleno de los materiales y la manera de aplicarlos. La técnica varía en cada una de las bellas artes, así como el modo correcto de aplicarlos, la perspectiva, la proporción, la textura del material que va a usar como fondo de su obra; el escultor y el arquitecto deberán poseer sentido del equilibrio y de la armonía, así como de la dureza del material que van a usar. El compositor debe saber manejar los sonidos, manejar el ritmo y la armonía; el poeta debe conocer profundamente su lengua y todas las reglas relativas, para poder convertir en poético el lenguaje prosaico.
La estética, ciencia para la cual el problema del arte es lo fundamental engloba, y ordena los datos proporcionados por las ciencias del arte y con base en ellos enseñará a justipreciar al artista y sus creaciones.
La estética es la rama de la filosofía que se ocupa de analizar los conceptos y resolver los problemas que se plantean cuando contemplamos objetos estéticos. Objetos estéticos, a su vez, son todos los objetos de la experiencia estética; de ahí que, sólo tras haber caracterizado suficientemente la experiencia estética, nos hallamos en condiciones de delimitar las clases de objetos estéticos. Aunque hay quienes niegan la existencia de cualquier tipo de experiencia específicamente estética, no niegan, sin embargo, la posibilidad de formar juicios estéticos o de dar razones que avalen dichos juicios; la expresión «objetos estéticos» incluiría, pues, aquellos objetos en torno a los cuales se emiten tales juicios y se dan tales razones.
La estética se formula en las cuestiones típicamente filosóficas de ¿Qué quiere usted decir y ¿Cómo conoce usted?, dentro del campo estético, al igual que la filosofía de la ciencia se plantea esas mismas cuestiones en el campo científico. Así pues, los conceptos de valor estético o de experiencia estética, lo mismo que toda la serie de conceptos específicos de la filosofía del arte, son examinados en la disciplina conocida con el nombre de estética; y preguntas tales como ¿Qué es lo que hace bellas a las cosas , o ¿Existen patrones estéticos? O ¿Qué relación hay entre las obras de arte y la naturaleza? -y cualesquiera otras cuestiones específicas de la filosofía del arte, son cuestiones estéticas.
La filosofía del arte abarca un campo más limitado que la estética, porque sólo se ocupa de los conceptos y problemas que surgen en relación con las obras de arte, excluyendo, por ejemplo, la experiencia estética de la naturaleza. Sin embargo, la mayor parte de las cuestiones estéticas que suscitaron interés y perplejidad en todas las épocas, se relacionaron específicamente con el arte: ¿Qué es la expresión artística? ¿Existe verdad en las obras de arte? ¿Qué es un símbolo artístico? ¿Qué quieren decir las obras de arte? ¿Hay una definición general del arte? ¿Qué es lo que hace buena una obra de arte?
Aunque todas estas cuestiones son propias de la estética, tienen su sitio en el arte, y no se plantean en relación con objetos estéticos distintos de las obras de arte.
La filosofía del arte debería distinguirse cuidadosamente de la crítica del arte, que se ocupa del análisis y valoración crítica de las mismas obras artísticas, como algo contrapuesto al esclarecimiento de los conceptos implicados en esos juicios críticos, que es misión de la estética. La crítica artística tiene por objeto específico las obras de arte o las clases de obras de arte (por ejemplo, las pertenecientes al mismo estilo o género), y su finalidad consiste en fomentar el aprecio de ellas y facilitar una mejor comprensión de las mismas. La tarea del crítico presupone la existencia de la estética; porque, en la discusión o valoración de las obras artísticas, el crítico utiliza los conceptos analizados y clarificados por el filósofo del arte. El crítico, por ejemplo, dice que determinada obra de arte es expresiva o bella; el filósofo del arte analiza lo que uno intenta decir cuando afirma que tal obra de arte posee esas características e igualmente, si tales afirmaciones son defendibles y de qué forma. Al hablar y escribir sobre arte, el crítico presupone la clarificación de los términos que utiliza, tal como es propuesta por el filósofo del arte; en consecuencia, lo que escribe un crítico no consciente de esto, se halla expuesto a pecar de falta de claridad. Si un crítico califica de expresiva una obra de arte sin tener ideas claras de lo que eso significa, el resultado será una gran confusión conceptual.
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